Es el resultado de toda una vida dedicada al cultivo y cuidado de la viña. Cuando el Abuelo Hilario elaboraba vino de manera artesanal, transmitió  sus conocimientos a sus hijos Crescencia e Hilario los cuales se dedicaron en cuerpo y alma a mantener vivos estos conocimientos, cuidando con esmero y cariño sus viñas para obtener un excelente vino, el cual vendían ya de manera profesional en su bodega. Crescencia e Hilario, creyendo firmemente en esta tradición,  trasladaron este legado a los hijos de Crescencia y su marido Julio (nuestra feliz pareja de vendimiadores de la foto).  

Julio, Eugenio y Alberto dedican su vida a trabajar con ilusión y constancia estas viñas familiares para lograr los mejores frutos, base primordial para la elaboración de unos exquisitos caldos.

En sus excelentes viñedos que denotan la amplia experiencia en el sector de la viticultura, encontramos las variedades autóctonas propias de la Denominación de Origen Cigales, Tempranillo, Verdejo, Albillo y Garnacha.

La bodega que está ubicada en el término municipal de Corcos del Valle, localidad muy cercana al municipio de Cigales, ha experimentado una serie de ampliaciones y mejoras tanto técnicas como humanas. El aumento de su capacidad de producción y sobre todo, la incorporación de nueva tecnología, apostando ante todo por la calidad, el trabajo bien hecho y mantener viva la tradición que les fue inculcada, conlleva el logro de unos vinos con personalidad propia, estructurados y armonioso, y un amplio poder competitivo en el mercado.